Balmaceda Arte Joven Antofagasta presenta Puricamani, la propuesta de fotografía documental de la artista local Daniela Esperanza, un trabajo que ha desarrollado hace más de siete años y busca visibilizar la estrecha relación y diálogo de las comunidades Lickanantay con la Puri (agua).
La muestra nos propone que los Lickanantay, se han vuelto conocedores absolutos de este elemento y sus movimientos, considerándolos como sembradores y cosechadores de agua en el desierto más árido del mundo.
En el idioma ckunsa, Lickanantay se traduce como “habitantes del territorio”. Esta etnia indígena es conocida popularmente con el nombre de “Atacameños”, habitando principalmente el norte de Chile, concentrándose en la Región de Antofagasta, asentándose en los oasis y quebradas del Río Loa y el Salar de Atacama.
El vínculo con el agua no solo está presente en los aspectos cotidianos, si no que va más allá, siendo relevante en todos los hitos que las comunidades llevan a cabo, como los carnavales, la coordinación de las lluvias estivales, las ceremonias de la limpia de canales, y el nacimiento del agua en la cordillera que se realiza en algunos poblados, construyendo una cosmovisión propia de este pueblo con el ciclo del agua, existiendo una reciprocidad y horizontalidad con este “otro ser en semejanza”, dominando las cuencas hidrográficas y los recursos fluviales, creando una sincronía entre ambos.
Para los Lickanantay, Puricamani es la persona encargada de entregar las herramientas e insumos necesarios para ejecutar la acción de limpieza de canales de regadío y generar las corrientes de las aguas que se distribuyen en la superficie. Es considerado como un “administrador” de las aguas y su rol se asigna en el momento de la ceremonia de distintos hitos comunitarios.
En lengua ckunsa es definido como el “señor de las aguas”, que comprende el conocimiento generalizado de los afluentes del territorio. No existe una traducción literal para esta figura, es más bien una interpretación.
Daniela Esperanza
Originaria Lickanantay, diseñadora, fotógrafa y documentalista. Profesionalmente ha aportado en diversas iniciativas con el propósito de apoyar el esfuerzo colectivo por valorar las tradiciones y costumbres de su pueblo, así como el contraste que generan en su territorio, la industria extractiva.
Sus inicios en la fotografía comenzaron con el retrato de paisajes en medio de viajes, con el fin de transmitir la esencia de los lugares visitados, buscando generar sensaciones visuales. Gracias a un taller de fotografía contemporánea, encuentra su propia narrativa fotográfica, registrando su entorno, identidad, patrimonio y cultura, desarrollando un interesante trabajo por casi 10 años.
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