A través de la fotografía como medio principal de expresión, esta exposición nos invita a reflexionar sobre el cuerpo, la disforia y los procesos de tránsito de género. El autor comparte el origen de su proceso creativo y las experiencias compartidas con las personas retratadas.
El proyecto No nací mujer, del artista visual Mar Schuffeneger, es una exploración visual que surge desde la experiencia personal y colectiva de las disidencias de género. A través de la fotografía, este trabajo aborda la transmasculinidad y lo no binario desde una perspectiva íntima, registrando cuerpos y procesos de tránsito de género. En esta entrevista, su creador nos comparte cómo nació la idea, el proceso de trabajo con las personas retratadas y la evolución de la propuesta expositiva.
La muestra reúne 12 fotografías y tres obras en tela que dan forma al recorrido expositivo en la Galería de Arte de Balmaceda Arte Joven Valparaíso. Las imágenes, en blanco y negro, se organizan en dos series: una documenta el proceso de intervención en el tratamiento hormonal, mientras que la otra presenta retratos de medio torso desnudo. Las tres telas, en color beige, llevan en su centro una mancha de tinta negra, generando un contraste con las fotografías y ampliando la experiencia visual de la obra.

¿Cómo surgió el proyecto No nací mujer?
Comenzaba mi último año universitario y, en un ramo, nos dijeron: «A final de semestre vamos a exponer». Yo había retomado hace poco las ganas de estudiar arte con una mirada más académica. Me interesaba el cuerpo y también hablar de las partes del mío que me causaban disforia. Leyendo los apuntes de esa época, me encontré con esta pregunta: ¿qué lugar del cuerpo te hace sentir disforia? Decidí reunir respuestas y tomar fotografías.
Opté por retratar solo una zona específica, pero podría haber sido cualquiera. En esa época ya llevaba un tiempo en el proceso hormonal y registraba, a través de fotos y videos, los cambios en mi cuerpo. También veía en redes sociales otros registros y lo encontraba realmente hermoso. Sentí ganas de llevar estos procesos a otros espacios. Pensaba que esta zona podía ser “conflictiva” para algunas personas, así como lo era para mí. Las personas transgénero y con identidad de género diversa pueden experimentar disforia en algún momento de sus vidas, pero también hay quienes se sienten a gusto con su cuerpo, con o sin intervenciones médicas.
Las fotografías del torso son las que se reúnen bajo el nombre No nací mujer. Después de exponerlas, guardé esta idea. Pasó mucho tiempo hasta que decidí retomarla cuando vi la convocatoria el año pasado. Luego fui incorporando otros elementos sobre mis decisiones y relaciones en torno al tránsito de género, manteniendo el nombre del proyecto.
La exposición aborda la experiencia transmasculina y lo no binario desde una perspectiva visual muy íntima. ¿Cómo fue el trabajo con las personas retratadas?
Menciono la transmasculinidad para referirme a un grupo de personas que se identifican con ella, pero no exclusivamente a los hombres trans. Yo mismo no lo soy, aunque cambié mi nombre y la letra de mi carnet en el Registro Civil con la Ley de Identidad de Género.
Hice una convocatoria por Instagram. También pregunté directamente, pero dejé de hacerlo porque sentí que podía ser invasivo; no todas las personas se sienten cómodas con el desnudo. Pude conversar con les retratades y conocer otras vivencias.
Tristán, un chico de Concepción, me ofreció hacer la convocatoria allá. Participa en un grupo de transmasculinidades, tenía una cámara y me mandó fotografías con el formato que buscaba para editarlas después. Más tarde, hice otra convocatoria cuando supe que había quedado seleccionado en BAJ Valpo, pero esta vez no llegó nadie. Aún no resuelvo cómo invitar a participar en un tema tan íntimo. Por ahora, me interesa dar a conocer esta idea y hacer crecer el archivo.
En la inauguración, algunas personas se acercaron para decirme que querían ser fotografiades. Eso me hizo pensar que mostrar este trabajo en otros espacios, fuera del ámbito universitario, podría ampliar su alcance y seguir sumando representaciones.



En la exposición, la mayoría de las fotografías presentan un encuadre similar del torso de las personas, ¿Por qué decidiste centrarte en esta parte del cuerpo y qué significado tiene dentro de la narrativa de la obra?
Este proyecto nació cuando era estudiante, enfocado en cumplir con formalidades y mostrando diversas vivencias en un mismo formato. Ahora me pregunto por qué dejé fuera registros en otras calidades, como fotos tomadas con celulares o cámaras web. Si hablo de diversas experiencias, ¿por qué no considerar distintos formatos, tamaños y formas de impresión? Es algo que quiero incorporar.
También pensaba que mi manera de reconocerme no cambiaría, más allá de mi cuerpo. Quise explorar la idea de que no necesariamente nacemos en un cuerpo equivocado y que este responde a nuestras propias experiencias. Hay muchas razones por las que alguien decide —o no— realizarse una mastectomía en una cirugía de afirmación de género, y esa amplitud es lo que quise mostrar.
Si alguien visita la exposición sin conocer sobre estos procesos, ¿qué te gustaría que se llevará de No nací mujer?
Que no hay solo una forma de vivir corporalmente identificándose con un género diferente al que se nos ha asignado al nacer. Que no hay solo un camino, ni un reglamento. Que no es necesario cumplir con las expectativas del resto respecto al tránsito de género. Que las cirugías, las agujas, las hormonas, el cambio de nombre… nada de eso es obligatorio si uno se siente cómodo con su manera de expresarse.
¿Fue complejo escoger un título para el proyecto? ¿Cómo lo definiste?
Después de mostrar una parte de este trabajo en una de las exposiciones grupales del ramo que cursaba en la universidad, guardé las fotos. Cuando vi la convocatoria el año pasado, pensé que era un buen momento para que este registro fuera mostrado en otro espacio y pudiera ser conocido. Le agregué las fotos de las inyecciones y las marcas de tinta de impresora sobre tela. Al incluir más elementos, profundicé en mi propia experiencia. Esta exposición reúne tres procesos bajo el nombre de uno de ellos, el inicial; es una metonimia.
Había propuesto otro nombre para la exposición, «Cuerpo en tránsito» o algo similar. Luego me preguntaron por el título de la propuesta con la que postulé inicialmente, y decidí continuar con ese nombre. Me sigue gustando, le sigo encontrando sentido, aunque también pienso que podría llamarse ‘No nací hombre, no nací mujer, no nací ninguno, no me siento ninguno’.
Siento que esos momentos de investigación, recolección, pausas y diálogo son todos importantes. Las cosas van cambiando, uno mismo cambia, aprende, vive nuevas experiencias, y eso es muy bonito para mí también.

La exposición fue inaugurada el 13 de marzo y estará abierta hasta el 29 de mayo. Podrá visitarse de lunes a viernes, de 15:00 a 18:00 hrs, entrada liberada. Además, el 24 de abril se llevará a cabo una mediación en torno a la muestra, acompañada de una actividad práctica guiada por el autor.