El pasado 25 de octubre se llevó a cabo en la Sede Biobío de Balmaceda Arte Joven la apertura del proceso de Juanita Paz Saavedra, coreógrafa de Concepción e investigadora del movimiento y la danza, quien fue una de las seleccionadas para la 10ª edición de los Encuentros Coreográficos Nacionales, programa que busca contribuir al desarrollo, la difusión y el reconocimiento disciplinar de la danza contemporánea en Chile.
La fundadora de la agrupación Lokas Juanas y del proyecto “Tocar Fondo: Caídas y Evanescencia”, conversó con BAJ Biobío acerca de esta instancia, los aspectos personales y profesionales detrás del proceso y reflexionó acerca de su trayectoria, el trabajo colaborativo y sobre lo que está por venir.
Con relación a tu participación en los Encuentros Coreográficos, ¿cómo fue el proceso, tanto de manera oficial y personal, para que este proyecto en específico resultara?
El programa de los encuentros coreográficos es uno bastante importante para la disciplina de la danza. Si bien son poquitos ganadores o quienes se adjudican un financiamiento para promover e incentivar la creación, es un programa, a nivel nacional, que es muy importante que exista.
Para este año decidieron generar un método de trabajo donde existieran tutores connotados, con mucha trayectoria, para que pudieran acompañar estos procesos, generar diálogos creativos entre coreógrafes. Me reencontré con mucha gente y creo que eso igual nutre cualquier tipo de proceso, porque en el diálogo puede existir un dispositivo o te permite disparar ciertas ideas, quizás no directamente para los procesos creativos, pero sí para el trayecto de vida con relación a las prácticas artísticas, en este caso de la danza.
Y a nivel personal, hace mucho tiempo que no trabajaba en un proceso nuevo. Principalmente, estaba enfocada en un proyecto de investigación que, por decirlo de alguna manera, me ha tomado la vida y mucha concentración los últimos 3-4 años, que se llama Escenarios Corporales, que es una investigación donde la antropóloge Omi Campos junto con Cristian Reinas, con quien he trabajado muchos años como dupla creativa, nos colaboraron en este proceso de sistematizar estas experiencias de trabajo que tienen que ver con mis prácticas, con los hallazgos y descubrimientos en relación a los lenguajes corporales y coreográficos y quienes los interpretan y cómo lo hacen según qué temáticas.
¿Cuál es el mensaje o las emociones que buscas transmitir con Tocar Fondo?
“Tocar Fondo: Caídas y Evanescencia” todavía está en proceso. Lo que presentamos en Balmaceda es una muestra de los materiales de investigación y de los soportes, por ejemplo, la palabra, el video, el cuerpo, que soporta ciertas materialidades, y la conjugamos en relación a cómo tú, en este espacio de buscar la identidad, te empiezas a perder en eso.
Entonces, la temática central tiene que ver con cuántas veces caemos en un sistema muy despersonalizado, donde el neoliberalismo nos corrompe con la idea
del éxito y el fracaso. Esos no son pilares de la investigación, pero en el fondo habla de cómo tu individuación en relación con lo colectivo y la individualidad te empieza a fragilizar y a vulnerar en un sistema que en el fondo no te permite muchas veces ser. Nos dice cómo es el cuerpo, cómo tenemos que sentir, cómo tenemos que vestirnos, cómo tenemos que percibirnos a nivel de género.
Menciono esto porque todas esas grandes preocupaciones o intereses que tengo se condensan en Tocar Fondo, que tienen que ver con la ruptura de un cuerpo en su propia identidad y el vértigo de sentirse perdido, de no sentirse adaptado en un espacio, tiempo, lugar y cómo también la salud mental o la emocionalidad nos pueden jugar en contra cuando no estamos centrados, porque el sistema no nos lo permite.
A nivel personal, ¿cómo crees que ha evolucionado tu trabajo?
Es una pregunta difícil porque no sé si se trata de evolucionar, pero en mi caso creo en el desarrollo personal y creo que el trabajo que vengo realizando como Juanita Paz Saavedra es un poco más grande que yo. Hay mucha gente que cree en mí, por decirlo de alguna manera, y cree en el proyecto, por ejemplo, de Lokas Juanas, que tiene espacios donde da muchas libertades de investigación, no solamente en temática, sino que con las colaboraciones.
Yo creo mucho en la colaboración. Entonces, si me preguntas cómo ha evolucionado, es cierto que la metodología y la experiencia en la cual vengo con mi mochila permite también que otras personas sigan colaborando en este espacio, en este proyecto artístico y se transforman en mis pares. Y esas personas, que ya son varias y me emociona decirlo, me nutren, me hacen pensar distinto, me dan perspectiva y hacen que en el fondo yo siga creciendo. No para adelante, sino para los lados, para arriba, para abajo, vuelvo para atrás, vuelvo hacia adelante.
Soy muy afortunada porque siento que tengo la confianza de mis pares y eso me pone muy contenta y me hace trabajar en espacios seguros, porque cuando uno está en espacios seguros que te permiten ser como eres, sin transgredir valores o principios, sino que trabajamos por un interés o preocupación común, la cosa se va desarrollando mejor.
Para esta presentación en específico, ¿cómo se gestó esta colaboración con les interpretes?
Se podría decir que hice un buen casting, pero en realidad, con Francisca Narváez y Fernanda Coloma, quienes fueron las intérpretes de cuerpo y Cristian Reinas en lo audiovisual venimos de hace mucho tiempo trabajando juntes, y yo diría que son de las personas que más conocen la metodología de “Escenarios Corporales”. Es muy enriquecedor, porque lo que vengo desarrollando desde hace tiempo se perfecciona con estas personas.
Trabajo mucho con verbos también, cómo afecta eso en la corporalidad y en la temática misma, buscar este cuerpo específico para “Tocar Fondo”, y necesito gente muy creativa y para ello, y Fernanda y Francisca lo son. Era como el tercer proceso creativo junto a ellas en un año y medio. Por eso digo que “Escenarios Corporales” no es que sea una investigación únicamente mía, sino que efectivamente nace de mi trayectoria, pero que ahora se comparte y las personas se emancipan con eso.
Incluso podría mencionar a Cris, quien tiene una trayectoria tremenda, entonces su colaboración en lo dialógico conmigo es solamente porque tenemos un universo sensible, no similar, súper compatible, entonces hace que las dos cosas vayan creciendo. Se nos hace muy fácil y familiar trabajar juntas.
En vista al futuro, ¿qué es lo que sigue en tu línea de trabajo?
Me cuesta mucho pensar en el futuro, porque además no soy muy ambiciosa, y creo que hacer agenda hoy en día está difícil por los financiamientos. No me gusta la palabra profesionalización, pero creo en el oficio de ser intérprete, coreógrafa, y creo que sí tienen que estar pagados.
Cuando no tienes financiamiento o subsidio es muy difícil. Trabajamos siempre ad honorem, siempre por el amor a la danza. Desafortunadamente en los últimos años no he tenido financiamiento, lo que me ha tenido que llevar a buscar trabajo en otros lados, y no solamente es concentrarme en lo coreográfico, que por un lado es muy positivo, pero por el otro también te va quitando un poco el espacio de concentración.
Si tú no ganaste un fondo, entonces ¿cómo creas? En mi caso, yo he creado muchos sin fondos, pero llega un momento, que es natural, en el que simplemente no se sobrevive de amor al arte, y creo que mi agenda depende mucho de eso. Porque me gustaría que las personas que trabajan conmigo también tengan una remuneración porque lo valen, y porque también es su trabajo, es su tiempo.
Pero adelantando, junto a Cristian nos hemos propuesto celebrar los 13 años de Lokas Juanas, idealmente para el día de la danza en abril. Queremos hacer un paisaje, una fusión con los mejores momentos de cada obra que hemos hecho, que son alrededor de once. Y queremos hacer un espectáculo con relación a eso, para celebrarnos a nosotras mismas y hacerles juicio a esos materiales. La idea es que estas obras no se pierdan, independiente si algunas funcionaron mejor que otras o que por temas de fondos o coordinación no se pudieron presentar de nuevo. Siempre tratamos de darle vida gracias a pura colaboración, porque creemos en lo que hacemos, y porque es un canal de contención de nuestra existencia. Me preguntabas por evolución, yo creo que ahí el trabajo hablará por sí solo, como un gesto de archivo y cómo el cuerpo también es un lugar de archivo.
¿Cómo se ha dado la relación con Balmaceda Arte Joven como espacio de desarrollo de tus proyectos?
Cuando hablaba de espacios seguros, también me refiero a los espacios físicos, a la infraestructura. Creo que Balmaceda Arte Joven tiene una relevancia súper importante, principalmente porque nos dan los espacios en favor de poder continuar con nuestros proyectos artísticos. Yo resido aquí, creo que ya son más de 15 años viniendo a ensayar cada dos días a la semana y ese proceso se torna muy familiar. Yo siempre le significo este espacio al equipo, estoy muy agradecida, porque siempre han sido colaboradores principales, en este caso, de Lokas Juanas, ¿dónde se instalaría nuestro proyecto sino? ¿dónde haríamos residencia artística? Facilitarnos los espacios en una gran colaboración.
Y creo que además tiene un impacto a nivel territorial, porque se instala no en cualquier espacio, estamos en Tucapel bajo, creo que hay una mirada del territorio, abren las puertas a los vecinos, dialogan con ellos. Entonces creo que es un centro cultural bastante particular en su mirada y cómo ha ido cambiando su proceso de gestión en favor de facilitar no solamente a la comunidad artística, sino que a la comunidad general, un espacio de práctica cultural.