#8MBAJ: Resistir y fortalecer la acción colectiva 

28 marzo, 2025

#8MBAJ: Resistir y fortalecer la acción colectiva 

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Comunidad BAJ

#8MBAJ: Resistir y fortalecer la acción colectiva 

En conmemoración del #8M2025, Balmaceda Arte Joven (BAJ) celebra el poder transformador del arte a través de las experiencias de mujeres artistas y gestoras culturales. En esta nota web, compartimos cinco testimonios que revelan el impacto del arte en sus vidas, junto a tres preguntas clave que invitan a la reflexión colectiva.

Creemos en la construcción de espacios seguros y diversos, donde las voces críticas desafíen lo establecido. Por ello, darnos este espacio, reafirma nuestro compromiso con la equidad, fortaleciendo redes de apoyo e impulsando la visibilidad de las mujeres en el sector cultural. De esta manera, las sedes de BAJ Antofagasta, Valparaíso, Metropolitana, Biobío y Los Lagos presentan el trabajo, desafíos e inspiraciones de mujeres que resisten a través de su arte, desde diversas áreas artísticas y territorios.

Mujeres que transforman:

Melanie Cuadra Valdivia (@mellaticaa), Directora de la Compañía Escuela de Danza BAJ Antofagasta, nos recuerda la realidad que enfrentan las artistas en regiones: «Si ya es difícil vivir del arte en Chile, más aún en una ciudad que no es Santiago, pues hacer arte en región, en un país muy centralizado, es parte de esa lucha.»

De manera similar, Adriada (@__adriada), participante de talleres de música, danza y del Laboratorio de Producción Musical en BAJ Valparaíso, nos comenta que “la resistencia refleja el aguante y el apañe que se genera tanto entre los oyentes como entre los propios artistas, desde la colectividad.” 

Virginia Ramírez (@lodomestico), quien participó en las Residencias de Artes Visuales 2022 en BAJ Metropolitana y dictó un taller, nos comparte su pensar: «Creo profundamente en el potencial de las artes como herramienta de reproducción y transformación social. ¿A qué me refiero con esto? Creo posible desde las artes visuales generar instancias que permitan a les espectadores reflexionar sobre lo que están observando y asociarlo a sus propios elementos culturales, reconociendo y poniendo en valor estos últimos.»

Más al sur, Carla Lillo (@disss.persa), diseñadora industrial en práctica profesional en BAJ BioBío, enfocada en la reutilización de materiales para mejoras comunitarias, nos cuenta que «Concepción me inspira por su multiculturalidad y conexión con el arte. Desde BAJ, el diseño se convierte en una herramienta de cambio social».  

Finalmente, la profesora y gestora cultural Daniela Carrillo Vera (@dani_carrillo_vera @territorio.teatral @ete_teatro_escolar), desde su rol de co-directora de la Fundación Territorio Teatral y co-creadora del Encuentro Internacional de Teatro Escolar en Puerto Montt, nos comparte que su visión única: «El teatro es nuestra trinchera para desarrollar pensamiento crítico y habilidades socioemocionales en la comunidad».

Desde BAJ creemos que las artes han sido históricamente un espacio de resistencia. Y Adriada de BAJ Valparaíso, lo grafica de manera vivencial: «Creo que, a través de mi música, he podido aportar mediante colaboraciones, retroalimentación y autogestión junto a otras mujeres artistas que comparten la misma lucha: vivir del arte.” En ese sentido, Virginia cuenta que: «Mi investigación y producción visual en torno al territorio doméstico apunta a aquello: a poner en valor no sólo este imaginario, sino también la subjetividad, el trabajo y los cuerpos, las manos de mujeres que lo sostienen a diario incansablemente.”

Desde Antofagasta, Melanie concuerda con la referencia de las corporalidades, pues explica que para ella habitar un espacio así representa «enseñar danza, guiar a nuevos cuerpos al movimiento y demostrar que el arte es importante en la vida de cada uno, sobre todo en las infancias, en las familias, porque de esa manera seguirá siendo una lucha que continúe de generación en generación, abriendo una mirada diferente hacia las artes.”

En tanto, los testimonios que faltan coinciden en que la resistencia se configura desde y para lo colectivo. Así lo menciona Carla de BioBío: «El diseño industrial, al igual que el arte, es una herramienta de transformación social. Parte de la resistencia y lucha por la equidad son por ejemplo,  las mejoras que podemos brindar en nuestro entorno desde el diseño, inspirar en los espacios y contribuir a que sea una sociedad más responsable desde la propia consciencia». Mientras que desde Los Lagos, Daniela cuenta cómo persiste haciendo lo que hace: «Creo que Territorio Teatral persiste en el valor de las artes en el desarrollo del ser humano, en mi opinión, ese es nuestro mayor espacio de resistencia.”

Ante la pregunta, ¿de qué manera el territorio en el que habitas inspira tu arte? que levantamos para esta nota web, fueron múltiples las reflexiones que se expresaron. Para Adriada, por ejemplo, en Valparaíso «se respira cultura, arte y música en todos lados. Creo que la calle ha sido lo que más me ha inspirado: ver artistas callejerxs en cada área como el muralismo, la música, la danza, el circo, los títeres, y muchas otras expresiones. Eso motiva a seguir creando, a conocer personas de distintas disciplinas y, sobre todo, a ver cómo estas se entrelazan y se potencian entre sí.”

Para Daniela, en tanto, se evidencia otra realidad, pues en la región de Los Lagos, que es una extensa porción de tierra con diferentes paisajes, se hace difícil el acceso a ciertos lugares, por lo que comenta: «se hace complejo el intercambio cultural. Me inspira trabajar en propiciar esa circulación de manifestaciones culturales en los distintos territorios de la región, diversificar el medio artístico y descentralizar el acceso a espectáculos de artes escénicas a comunidades rurales y urbanas que están alejadas de la capital regional”.

Melanie, por su parte, muestra un vínculo similar con el territorio, de esos que calan profundamente. En sus palabras: «El territorio no solo es el lugar donde nací y vivo actualmente, es lo que ha atravesado mis experiencias, vivencias, mis sensaciones y emociones.» De manera similar, Carla cuenta que: «Concepción me inspira por lo multicultural que es y el vínculo que se tiene con el arte y la comunidad. Trabajar en BAJ, que es parte del territorio, fortalece mi espíritu altruista y pienso que desde el diseño y la observación del territorio se pueden generar cambios.”

Finalmente, Virginia relata qué significa para ella en términos más concretos, «el territorio que habito ha servido de plataforma para el ensayo y el error: de dinámicas comunitarias, de acciones en espacio público, de exploraciones visuales o poéticas. Fueron mis vecinas de Macul las primeras en animarse a pensar y accionar juntas visibilizando en el espacio público la importancia del trabajo doméstico.”

«Basta con partir practicándolo con una amiga, para de a poco ir ampliando el círculo y contagiando esas dinámicas. En una sociedad donde nos tenemos que abrir camino a codazos, me parece urgente y necesario cultivar entre nosotras espacios e instancias amorosas para alzar la voz, para nombrarnos y mirarnos cómodamente, sin miedo a que te interrumpan o te sobre expliquen. A asociarnos desde la admiración y la colaboración más que desde la comparación o la competencia”, puntualiza.

Bajo la misma premisa de lo colectivo y de su sentido, pero dirigido ha aquellos lugares negados históricamente, Daniela sentencia: «El trabajo teatral en las comunidades escolares es guiado principalmente por profesoras y/o artistas educadoras. Somos nosotras un motor fundamental en el trabajo artístico, no lo olvidemos y sigamos trabajando por recuperar los espacios de creación y liderazgo en las artes.”

Desde la danza, Melanie nos comenta que si pudiera darle un mensaje a otras mujeres, para ella lo más importante es que sigan sus propias convicciones respecto a su arte. «Insistir, no bajar los brazos y ser fiel a tu propia esencia, a tu estilo, a tu manera. Asimismo, a mujeres u otras personas que quieran comenzar a experimentar la danza, nunca es tarde, siempre es el tiempo justo para comenzar a explorar el movimiento y el cuerpo”, concluye.

«Mi mensaje es que se atrevan a hacer lo que les llama el corazón, siempre hay distracciones y estímulos, pero como mujeres siempre estamos conectadas con lo intuitivo. Eso hace que podamos establecer objetivos y límites claros de lo que queremos y lo que no, y trabajando así la música es mucho más amorosa”, comparte Adriada.

Para concluir, nuestra estudiante en práctica profesional en BAJ BioBío, Carla Lillo, nos entrega luces de cómo el trabajo de estudiante, de diseño industrial, contribuye a los espacios de resistencia. «Al poner el diseño al servicio de la accesibilidad, la identidad y la equidad, a través de la creación de experiencias y espacios». Contando lo que ella le diría a otras mujeres: «he visto cómo el diseño puede ser una herramienta para fortalecer el acceso a la cultura, amplificando las voces de artistas emergentes y resignificando el valor del arte como motor de cambio social.”

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Comunidad BAJ

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Cuándo:

En conmemoración del #8M2025, Balmaceda Arte Joven (BAJ) celebra el poder transformador del arte a través de las experiencias de mujeres artistas y gestoras culturales. En esta nota web, compartimos cinco testimonios que revelan el impacto del arte en sus vidas, junto a tres preguntas clave que invitan a la reflexión colectiva.

Creemos en la construcción de espacios seguros y diversos, donde las voces críticas desafíen lo establecido. Por ello, darnos este espacio, reafirma nuestro compromiso con la equidad, fortaleciendo redes de apoyo e impulsando la visibilidad de las mujeres en el sector cultural. De esta manera, las sedes de BAJ Antofagasta, Valparaíso, Metropolitana, Biobío y Los Lagos presentan el trabajo, desafíos e inspiraciones de mujeres que resisten a través de su arte, desde diversas áreas artísticas y territorios.

Mujeres que transforman:

Melanie Cuadra Valdivia (@mellaticaa), Directora de la Compañía Escuela de Danza BAJ Antofagasta, nos recuerda la realidad que enfrentan las artistas en regiones: «Si ya es difícil vivir del arte en Chile, más aún en una ciudad que no es Santiago, pues hacer arte en región, en un país muy centralizado, es parte de esa lucha.»

De manera similar, Adriada (@__adriada), participante de talleres de música, danza y del Laboratorio de Producción Musical en BAJ Valparaíso, nos comenta que “la resistencia refleja el aguante y el apañe que se genera tanto entre los oyentes como entre los propios artistas, desde la colectividad.” 

Virginia Ramírez (@lodomestico), quien participó en las Residencias de Artes Visuales 2022 en BAJ Metropolitana y dictó un taller, nos comparte su pensar: «Creo profundamente en el potencial de las artes como herramienta de reproducción y transformación social. ¿A qué me refiero con esto? Creo posible desde las artes visuales generar instancias que permitan a les espectadores reflexionar sobre lo que están observando y asociarlo a sus propios elementos culturales, reconociendo y poniendo en valor estos últimos.»

Más al sur, Carla Lillo (@disss.persa), diseñadora industrial en práctica profesional en BAJ BioBío, enfocada en la reutilización de materiales para mejoras comunitarias, nos cuenta que «Concepción me inspira por su multiculturalidad y conexión con el arte. Desde BAJ, el diseño se convierte en una herramienta de cambio social».  

Finalmente, la profesora y gestora cultural Daniela Carrillo Vera (@dani_carrillo_vera @territorio.teatral @ete_teatro_escolar), desde su rol de co-directora de la Fundación Territorio Teatral y co-creadora del Encuentro Internacional de Teatro Escolar en Puerto Montt, nos comparte que su visión única: «El teatro es nuestra trinchera para desarrollar pensamiento crítico y habilidades socioemocionales en la comunidad».

Desde BAJ creemos que las artes han sido históricamente un espacio de resistencia. Y Adriada de BAJ Valparaíso, lo grafica de manera vivencial: «Creo que, a través de mi música, he podido aportar mediante colaboraciones, retroalimentación y autogestión junto a otras mujeres artistas que comparten la misma lucha: vivir del arte.” En ese sentido, Virginia cuenta que: «Mi investigación y producción visual en torno al territorio doméstico apunta a aquello: a poner en valor no sólo este imaginario, sino también la subjetividad, el trabajo y los cuerpos, las manos de mujeres que lo sostienen a diario incansablemente.”

Desde Antofagasta, Melanie concuerda con la referencia de las corporalidades, pues explica que para ella habitar un espacio así representa «enseñar danza, guiar a nuevos cuerpos al movimiento y demostrar que el arte es importante en la vida de cada uno, sobre todo en las infancias, en las familias, porque de esa manera seguirá siendo una lucha que continúe de generación en generación, abriendo una mirada diferente hacia las artes.”

En tanto, los testimonios que faltan coinciden en que la resistencia se configura desde y para lo colectivo. Así lo menciona Carla de BioBío: «El diseño industrial, al igual que el arte, es una herramienta de transformación social. Parte de la resistencia y lucha por la equidad son por ejemplo,  las mejoras que podemos brindar en nuestro entorno desde el diseño, inspirar en los espacios y contribuir a que sea una sociedad más responsable desde la propia consciencia». Mientras que desde Los Lagos, Daniela cuenta cómo persiste haciendo lo que hace: «Creo que Territorio Teatral persiste en el valor de las artes en el desarrollo del ser humano, en mi opinión, ese es nuestro mayor espacio de resistencia.”

Ante la pregunta, ¿de qué manera el territorio en el que habitas inspira tu arte? que levantamos para esta nota web, fueron múltiples las reflexiones que se expresaron. Para Adriada, por ejemplo, en Valparaíso «se respira cultura, arte y música en todos lados. Creo que la calle ha sido lo que más me ha inspirado: ver artistas callejerxs en cada área como el muralismo, la música, la danza, el circo, los títeres, y muchas otras expresiones. Eso motiva a seguir creando, a conocer personas de distintas disciplinas y, sobre todo, a ver cómo estas se entrelazan y se potencian entre sí.”

Para Daniela, en tanto, se evidencia otra realidad, pues en la región de Los Lagos, que es una extensa porción de tierra con diferentes paisajes, se hace difícil el acceso a ciertos lugares, por lo que comenta: «se hace complejo el intercambio cultural. Me inspira trabajar en propiciar esa circulación de manifestaciones culturales en los distintos territorios de la región, diversificar el medio artístico y descentralizar el acceso a espectáculos de artes escénicas a comunidades rurales y urbanas que están alejadas de la capital regional”.

Melanie, por su parte, muestra un vínculo similar con el territorio, de esos que calan profundamente. En sus palabras: «El territorio no solo es el lugar donde nací y vivo actualmente, es lo que ha atravesado mis experiencias, vivencias, mis sensaciones y emociones.» De manera similar, Carla cuenta que: «Concepción me inspira por lo multicultural que es y el vínculo que se tiene con el arte y la comunidad. Trabajar en BAJ, que es parte del territorio, fortalece mi espíritu altruista y pienso que desde el diseño y la observación del territorio se pueden generar cambios.”

Finalmente, Virginia relata qué significa para ella en términos más concretos, «el territorio que habito ha servido de plataforma para el ensayo y el error: de dinámicas comunitarias, de acciones en espacio público, de exploraciones visuales o poéticas. Fueron mis vecinas de Macul las primeras en animarse a pensar y accionar juntas visibilizando en el espacio público la importancia del trabajo doméstico.”

«Basta con partir practicándolo con una amiga, para de a poco ir ampliando el círculo y contagiando esas dinámicas. En una sociedad donde nos tenemos que abrir camino a codazos, me parece urgente y necesario cultivar entre nosotras espacios e instancias amorosas para alzar la voz, para nombrarnos y mirarnos cómodamente, sin miedo a que te interrumpan o te sobre expliquen. A asociarnos desde la admiración y la colaboración más que desde la comparación o la competencia”, puntualiza.

Bajo la misma premisa de lo colectivo y de su sentido, pero dirigido ha aquellos lugares negados históricamente, Daniela sentencia: «El trabajo teatral en las comunidades escolares es guiado principalmente por profesoras y/o artistas educadoras. Somos nosotras un motor fundamental en el trabajo artístico, no lo olvidemos y sigamos trabajando por recuperar los espacios de creación y liderazgo en las artes.”

Desde la danza, Melanie nos comenta que si pudiera darle un mensaje a otras mujeres, para ella lo más importante es que sigan sus propias convicciones respecto a su arte. «Insistir, no bajar los brazos y ser fiel a tu propia esencia, a tu estilo, a tu manera. Asimismo, a mujeres u otras personas que quieran comenzar a experimentar la danza, nunca es tarde, siempre es el tiempo justo para comenzar a explorar el movimiento y el cuerpo”, concluye.

«Mi mensaje es que se atrevan a hacer lo que les llama el corazón, siempre hay distracciones y estímulos, pero como mujeres siempre estamos conectadas con lo intuitivo. Eso hace que podamos establecer objetivos y límites claros de lo que queremos y lo que no, y trabajando así la música es mucho más amorosa”, comparte Adriada.

Para concluir, nuestra estudiante en práctica profesional en BAJ BioBío, Carla Lillo, nos entrega luces de cómo el trabajo de estudiante, de diseño industrial, contribuye a los espacios de resistencia. «Al poner el diseño al servicio de la accesibilidad, la identidad y la equidad, a través de la creación de experiencias y espacios». Contando lo que ella le diría a otras mujeres: «he visto cómo el diseño puede ser una herramienta para fortalecer el acceso a la cultura, amplificando las voces de artistas emergentes y resignificando el valor del arte como motor de cambio social.”

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