Llegué a Valparaíso en febrero de 2015. Subiendo escaleras y golpean- do puertas en busca de una pieza terminé en cerro Esperanza. Logré instalarme cerca de la calle Orrego colindando con La pikada de Raúl y la Botillería Morales en la calle Barros Arana. Por esa misma calle emerge la 505 que atraviesa todo el plan hasta Playa Ancha. Un poco más abajo está el mirador Esperanza desde donde puede verse Valparaíso de cerro a cerro y a la Caleta Portales realizar su eterna guardia. Donde estuvo el matadero municipal por tantos años hoy se eleva una casa de estudios bajo el halo de un edificio moderno; por el frente otros edificios viejos (un bar, una panadería) tuvieron una suerte similar, siendo demolidos y convertidos en una plaza inerte que hasta las gaviotas ignoran. Desde este cerro puede presenciarse cómo la neblina toma por el pescuezo a todo el puerto.