La ciudad de los desolados Artes Escénicas Por Juana Vil (LCC 2023) El viento hace a mi casa su ronda de sollozos y de alarido, y quiebra, como un cristal, mi grito. (Gabriela Mistral, 1922). ADVERTENCIA: Contenido alto en lenguaje inapropiado. No apto para personas sensibles e insensibles. Han pasado 9 años desde la última vez que intenté agarrarme a cuchilladas las venas. 2 0 1 3 cuando hablar sobre el suicidio aún era un tabu, o incluso era solo para llamar la atención, dicen. Nunca pensé que viviría más de 18 años y hoy con 22 tengo que escribir una supuesta crítica teatral, donde la weona loka, o sea yo, escogió hablar sobre dos obras teatrales que abordan dicha temática. Estaba tranquilamente escuchando a David Bowie en mi pieza, imaginando cómo relacionar conceptos para esta ‘cagá de crítica’ que no sé si alguien más que yo vaya a leer algún día y francamente no sé si se pueda llamar crítica. Pensaba sobre difusión, ponte tú ¿cómo promocionas una obra de teatro que aborda la tematica del suicidio en un mundo sobrecargado de información y estimulos? Imaginaba algo como, ¿Cansado de sentirse sin ganas de vivir?, ¿sufriendo por la falta de serotonina?, ¿queriendo follar con un ser inexistente, y a la vez mandar todo a la mierda?, pues te tenemos la solución, ven a ver Psicosis 4.48 de Sarah Kane, te prometemos que al salir de aquí te darás cuenta que no estabas tan cagao como pensabas, y si por el contrario estas peor, te reembolsamos tu dinero y te recomendamos un terapeuta. NO, suena horrible, y no quiero decir que haya que poner en una balanza el dolor de las personas, pero me contradigo y pienso, ¿por qué no usar este marketing del año de la pera o cualquier otra forma comercial para nuestro beneficio?, como dijo un compa de la clase, pasen la plata, y yo le agregaría; giles culiaos, gobierno de la rechucha que quieren que el teatro sea como les gusta y les conviene, es que entre todo esto de sí una obra es teatro o no es teatro una queda como peina’ pa’ atrás, y pa’ que hablar de los requisitos del Fondart si hay que amoldar todo para que encaje en un sistema antiguo, amiga date cuenta, ahora somos interdisciplinaries. Retomando el tema de la obra, la primera vez que leí Psicosis 4.48 de Sarah Kane me encontraba en el encierro que aún quedaba del 2 0 2 1, sentada en el patio de mi casa, siendo consciente de que ese espacio de naturaleza era lo único que había podido contemplar por un año entero. Al punto de una abismal situación de salud mental, la obra fue una patada en la guata y un balde de agua fría que me hizo ver que no estaba tan hecha mierda como pensaba, o al menos que no estaba sola en esto. Su discurso y dispositivo o forma particular de escribir, me hizo acordar a Alejandra Pizarnik, poeta que atesoro en mi nostálgico corazón. Es que ellas echaban la mierda pa’ fuera, y eso es bonito, porque en el fondo todes queremos sacarnos la rabia, o la pena. Lo que pasa es que la echaron tanto pa afuera que ambas terminaron en suicidio. cuidado no sea que por hablar de estos temas álgidos a la gente le de por suicidarse. Hablo desde mi lugar que es todo lo que tengo, y como persona que vivio constantes ideaciones suicidas, yo opino que si el teatro quiere ser la voz de alguien, encuentre su propia voz, hablen del suicidio y del declive de la salud mental si quieren, pero no lo cuenten como chiste, ¿o me puse muy anticuada? si hoy en día eso se ve más que nunca en los memes. El declive psicológico ocurrido en plena pandemia nos dejó un aire a desolación tragicómica, casi poética. Recuerdo que una tarde de encierro vi un meme que decía “vacúnenme con la de serotonina” y pues… yo te apaño; o el meme que dice “ya no quiero terapia quiero venganza”, voy, si soy. Es que vivimos en la ciudad de los desolados, nostálgicos, divididos entre los desesperanzados de la política, los conformistas y los rebeldes soñadores. Avanzamos con una constante lucha por la salud mental, la cual tomó un gran alza en las demandas de la revuelta social en este país de mierda que tiene problemas auditivos. Pero ¿a qué me refiero cuando hablo de ‘La ciudad de los desolados’? pues a ciudades fantasmas, algoritmos desenfrenados de instagram. Valparaíso: mi hogar. Quilpué: mi ciudad natal, más allá y en conjunto con todo lo nombrado, hablo de una ciudad tecnovivial, la ciudad de redes que hemos creado para llorar en conjunto… Chucha madre, me bajó la ansiedad me duele el estomago. David Bowie por favor sálvame ¿ahora como mierda sigo con esto…? Tengo anotado en la tapa del computador un ejercicio para relajarme y concentrarme en otra cosa a ver si por la santísima virgen o Dionisio esta weá se me quita. Respiro y vuelvo a agarrar el hilo, recapitulemos, ¿contarlo como chiste?, ¿oye y si eso hace más sentido?, ¿estará bien reírnos de eso? La trágica agonía de un pájaro azul, estrenada por la ex compañía La niña horrible en el año 2016, escrita por la dramaturga Carla Zuñiga, y dirigida por Javier Casanga con asistencia de dirección de la dramaturga. Obra con referencia al libro Buenas noches mamá de la dramaturga, guionista y novelista Marsha Norman en 1983. Qué ganas de llorar y hacerme pichí como lo hizo Nina, lo haría en plena plaza Victoria, en honor al antiguo teatro, o mejor, en el bandejón de av. Brasil frente a la escuela porque es mi zona de confort, o frente a la 2da Comisaría de Quilpué como acto de rebeldía, pero sería considerado cobarde o en el mejor de los casos performance. Hacerlo por ansiedad no sería aceptado moralmente, quizás una sola, ¿pero ambas?, ni cagando. ¿Será que este último tiempo todes sentimos con más intensidad, o siempre fue así pero lo reprimimos?, creamos nuestra propia ciudad de los desolados, libre de violencia en todas sus formas, donde estar traumado es cool, bueno… depende de la red social. Siguiendo con el punto anterior, aún así, la agonía, la desesperanza, la nostalgia, nos identifica porque nos relacionamos humanamente con aquello que traza el dolor. En una entrevista Carla Zuñiga dijo que le gustaba tocar estos temas porque siguen siendo un tabú y francamente yo le aplaudo a la loka, no se si sea moral decir que bakan que Nina se haya suicidado, por que lo que le hacía falta estaba más allá, era un recuerdo, un imagen en movimiento que no la dejaba vivir feliz, o mayormente feliz, era el amor hacia el recuerdo de su hija, no era porque le faltará un hombre, y por dentro digo bien conchetumare. Entonces concluyo, ahora que estamos en la era de decir todo lo que sentimos, respetando nuestros límites y los de los demás, o al menos es lo que intentamos. Sumándole a eso que estamos sumergidos, o más bien inundados por un sistema económico social capitalista. Con una vida de redes sociales fugaz en contenido, y donde todo es un poco de todo, y todes somos un poco de todes, ¿que queda para el teatro? ¿Cómo se hace teatro para una sociedad envuelta en lágrimas? ¿o más bien que le hace esta ciudad desolada al teatro? Sí, ya sé lo que me van a decir, weona esa tendría que haber sido tu pregunta inicial, y probablemente, pero como lo tragicómico está por fuera del binarismo moral, te tiro la pelota, y te digo lo siento, yo no supe como responderla, probablemente solo soy otra artista cínica de mierda. Aunque me queda dando vuelta en la mente, entre tanto teatro, que es o no teatro según los expertos, suena seductor el teatro con estructura de vómito, teatro sin culpa, hacer lo que te salga del coño porque está conectado con el corazón, aunque me preocupa la estetización del arte (arte fascista) en contraste con la politización del arte (arte de izquierda) aún así todes tenemos derecho a ser ‘artistas’, o cínicos, siempre se puede ‘recurrir a una buena funa’. Retomando, dejo presente en esta suerte de dramaturgia crítica, el ejemplo del teatro en cuanto tema y forma de escritura en que lo vomitaron en sus textos las dramaturgas nombradas. Aún así, si nada de eso te sirve, tal vez tengas que inventarte un nuevo dispositivo, quizás quieres recorrer los paisajes de valpoto haciendo un live y vomitar en colores y diseños o en escenificaciones más que representaciones, y decidas ocupar una difusión de mierda o vender tu obra al capital, y la verdad, concordaría contigo, es momento de aprovecharse de los privados y el gobierno. De paso por favor nos invitas a dar un recorrido a los desolados, que tal vez eso nos sirva pa’ calentar un ratito el alma. Crédito imagen: Chiharu Shiota – Installazione (2014).