Cancha+ polera+ bandera+ folleto+ palabras (de la calle) este colectivo marca nuevos significados para el cruce entre política y arte.

Por Fernanda Sazo

Hace ya un buen tiempo, apareció en redes un meme en español, en él observamos a un turista enfadado, saliendo con sus maletas de un centro vacacional, junto con él aparece la frase ¡Qué pésimo servicio! Era utilizado en Latinoamérica (hasta donde tengo entendido) para comparar y calificar situaciones cotidianas como una mala experiencia.  

La imagen es original de la serie “Los padrinos mágicos”, la expresión es parte del lenguaje comúnmente usado para evaluar una gran cantidad de servicios, eventos y aplicaciones (como Uber, conciertos, centros comerciales, productos, etc.) generalmente a través de las plataformas sociales con el fin de manifestar lo vivido y advertir sobre el deficiente funcionamiento a próximos usuarios; a veces en un intento por tratar de pedir alguna clase de compensación o sencillamente como muchos, solo para desahogarse emocionalmente.

Como menciona la guía de consumo responsable del Sernac. “Si usted considera que alguno de sus derechos como consumidor(a) ha sido vulnerado puede recurrir a alguno de los siguientes mecanismos de denuncia… En sus párrafos nos estipula claramente: el ejercicio de los derechos contribuye a la participación ciudadana… Las personas se sienten pertenecientes a una sociedad donde existe respeto por su condición de ciudadanos”.

¿Solo como consumidores tenemos el legítimo derecho a denunciar? ¿Qué pasa si un país entero (salvo unos pocos) considera que está viviendo en un constante, humillante y cada vez más intolerable situación que podríamos considerar como un pésimo servicio? Dónde lo prometido y estipulado no es finalmente lo que se nos entrega. ¿Qué mecanismos de denuncia podemos utilizar? ¿A quién enviaremos nuestras denuncias si son ellos quienes las perpetran? Son preguntas que nacen desde lo acontecido el 18 de octubre del 2019 y los subsiguientes meses posteriores.

El turista de la imagen puede salvarse, solo debe tomar sus maletas e irse. Pero nosotros no podemos escapar de nuestro país, no la mayoría. 

En este contexto se reúne en Valparaíso, un grupo de jóvenes artistas, 7 en total, que decidió formar un colectivo bajo esta expresión. Para justamente: “Visibilizar, nombrar y hacer circular sobre todo las violaciones a los derechos humanos en Chile, según comenta Camila Fuenzalida, parte del “Pésimo servicio”. ¿Y desde cuándo ocurre esto? Bueno, como indica: Desde octubre en adelante y en su historia. ¿Y de qué forma puede el arte realizar esta denuncia? El colectivo por medio de distintos lenguajes que incluía serigrafías, poesía, carpintería, fotografía, video armaron un sistema que visibiliza, denuncia y entrega información. 

¿Y dónde? Obviamente no en un museo, no tengo nada en contra de ellos, pero la particularidad de la situación ameritaba otra clase de espacios, los mismos que por ejemplo utilizaba el grupo CADA. Colectivo de artistas interdisciplinarios surgidos en 1979, que buscó denunciar a través del arte y por medio de una lógica de resistencia, los graves hechos ocurridos durante la dictadura militar en Chile; y como la historia parece repetirse incansablemente. Y como en ese entonces, “la mirada se volcó en la calle”. 

 

Existe también otro espacio por donde circulan las obras del colectivo, en una era donde todo ocurre por medio de las redes digitales, no abarcar el espacio virtual habría sido un problema para la difusión del mensaje. En un link, ubicado en la biografía de su página de Instagram, usted puede encontrar bajo el título “archivos públicos” de Google Drive, tres carpetas con matrices de serigrafía, folletos informativos, videos y GIF, muy fáciles de descargar. En este último podrá apreciar las distintas acciones que ha realizado el colectivo. 

Chile Mata

“Ese mismo mensaje lo hemos trabajado en distintos soportes o superficies en papel inicialmente como formato folleto y después, ese mismo “Chile Mata” fue variando a soporte serigrafía, a la cancha de fútbol en la quinta Los Núñez, a un lienzo, a volantines, a distintos soportes que han recibido la misma idea del Chile Mata”. Relata Iñaqui de Rementería, integrante del “Pésimo servicio”.

1° Narración: En un primer acercamiento se nos revela una persona pintando con blanco una letra A sobre un terreno, aquella distancia de la acción me recuerda a las acciones de Lotty Rosenfeld, cuando marca las líneas blancas sobre la calle, la similitud del proceso es evidente en la utilización de un gesto breve, una grafía que abstrae y sintetiza el mensaje. La acción transcurre en una cancha y la letra corresponde a la palabra “Mata” inserta al interior de nuestra bandera. 

2° Narración: Actividad in situ, usted pasa por el centro de Valparaíso y ve a un grupo de artistas con un carrito de serigrafía, estampaban la bandera de color negro sobre camisetas, bolsos, chaquetas, etc. La gente feliz muestra con gran orgullo aquel nuevo símbolo frente a la cámara. 

3° Narración: Este cuento lo dividiremos en dos o quizás tres, es un poco confuso lo importante son las acciones y el registro. Por un lado la bandera, su imagen, el “Chile Mata” en gran formato que se pasea por diversas zonas de Valparaíso. Por otro, la entrega de folletos y pancartas a las personas durante las movilizaciones. También se adicionan a las veredas y murallas, conviviendo con los grafitis y anuncios de la ciudad. 

4° Narración: Se entregan carteles blancos + la bandera y con un espacio que debe rellenar, es como volver al colegio, a las pruebas de lenguaje o inglés, debe completar las oraciones faltantes lo mejor que le parezca. Pero en este caso no hay error posible. 

El Mantra 

 

“La insistencia en este mensaje incluso en los distintos soportes a mí me funciona casi como un mantra recordatorio de la violencia que vivimos para no normalizar, cada día recordar que vivimos en un régimen violento, que el estado si comete crímenes contra los ciudadanos que habitan este territorio y seamos conscientes que eso sucede podemos continuar con la lucha y no olvidar”, explica Camila Fuenzalida. 

 

Es un mantra fuerte y conciso, una ecuación del lenguaje.  Al igual que el NO + del CADA, son fáciles de retener en la memoria, dicen poco y demasiado al mismo tiempo, pueden ser complementados por otros, pareciera que esperan la respuesta de otro. “Hemos hecho un esfuerzo grande para replicar las frases y el lenguaje y el modo que ha tenido en este momento de Chile” … “Funcionamos de reproductores de amplificadores de lo que ocurre en la calle”, afirma Fuenzalida, se manifiesta el discurso del colectivo.

 

¿Qué representa para usted la bandera? En mi caso y en lo que respecta a muchos nos acompañó largamente durante toda la educación escolar, había que pegar pelotitas de papel en su interior, cuidando de no salir de su contorno, para quedar con las manos sucias y pegajosas, siempre con un defectuoso resultado. Debíamos también todos los lunes por la mañana, cantarle con fuerza y la mano en el corazón. A veces aparecía intermitentemente, cuando por ejemplo habíamos ganado un partido de futbol. Pero a medida que pasan los años uno se resiente de ese vínculo. 

 

¿Por qué? Porque Chile Mata, y tal vez en otro contexto hubiera pasado desapercibido o habría llegado solo a unos pocos, pero la naturaleza de esta nueva cohesión social abrió las conciencias que parecían alienadas respecto a la condición del vecino; dicha escisión no es más que otro gran logro del eficiente y siempre inmortal proyecto cultural del capitalismo, como bien lo sabía Mark Fisher, recordando la idea del sujeto aislado, que para beneficios del sistema, todas las causas de sus problemas mentales siempre están ligados a problemas fisiológicos y no producto y consecuencia del sistema en el que está inserto, y esto claramente es una enfermedad que traspasa nuestras fronteras. 

 

En esta nueva imagen, la bandera pierde sus colores, se reemplazan por blanco y negro; solo quedan los límites que ha trazado desde siempre. Con la bandera “se trabaja lo simbólico” y esto quiere decir hacerse la difícil pregunta ¿de qué representa ella para nosotros? ¿De quién es Chile y quién mata?

 

La ecuación es simple Chile Mata + bandera, y probablemente a todos se nos aprieta un poco el pecho.

Bibliografía

Entrevista realizada a Pésimo Servicio: Gabriel Vilches, Camila Fuenzalida, Iñaki de Rementería, Rodolfo Muñoz, Paula López-Drogguet, Danila Ilabaca. (2020). Galería en Mov. Chile Mata de Pésimo servicio. Balmaceda Arte joven Valparaíso, Chile. Youtube. 

Fuente fotografías: Instagram @pesimoservicio_

Fernanda Sazo, licenciada en arte