Por Patricia Flores Saavedra

El Botón de Nácar, documental del chileno Patricio Guzmán, aparece como una revelación poética audiovisual que nos traslada a una historia desconocida de Chile, desde el desierto de Atacama, para llegar a los crudos y confidenciales relatos de los últimos descendientes de Kawésqar en el extremo sur.

El principio es inquietante y misterioso. Son los primeros diez a quince minutos en los que Guzmán nos engancha, y lo hace a través de un cubo de cuarzo encontrado en el desierto. Desde la génesis de la pieza audiovisual, se anticipan planos detalles que nos mantienen expectantes y  nos adentran en la delicadeza del film. El desarrollo del documental es un acierto fotográfico, lleno de pausas y capturas de bellezas ilustrativas que hilan y dan rienda suelta al sentido explicativo del trabajo.

Los Kawésqar, los detenidos desaparecidos, el espacio, Allende y Pinochet, componentes aparentemente inconexos entre sí, resultan dar en el clavo con lo que Guzmán nos quiere contar a través del agua. Opta por un guión de bellas metáforas, que completan un trabajo audiovisual poético bien ejecutado; una mezcla de ritmos emocionales que llevan de una sensación  a otra. Se puede transitar desde la calma y reflexión para llegar a una reveladora trama, que indigna y enoja.

Es un trabajo bordado de forma minuciosa, que incluye entrevistas con conocidos académicos chilenos que se entremezclan con historias de exterminio y hazañas indígenas. El agua es la excusa para mostrarnos una historia. El mar, los ríos, los lagos, los arroyos en su totalidad, es vida. Posee un lenguaje, tiene sonido, memoria y  es testigo de crímenes, proezas, historias y leyendas.

La mano de Guzmán es notoria, ya que elabora una historia que bien pudo ser un documental denunciante, con otros ritmos más agresivos, penetrantes y violentos. Es la sutileza de los planos con una fotografía delicada, los tonos fríos, el guión bien pensando y la combinación de diversas técnicas de recolección datos; los que nos guían a una verdad sepultada en el mar.