¡Ya está aquí!
En la primera exposición de Galería BAJ Antofagasta, te presentamos la obra de Álvaro Hanshing y el deambular callejero de un kaiju canino amarillo, que con un áurea sacro- pagana nos invita a recorrer territorio antofagastino, expulsando de su vejiga rabia y descontento acumulado por años, dejando una ineludible huella líquida a su paso…
¿A qué viene?
Este trabajo resume la mirada del artista acerca de lo que estamos viviendo como sociedad, representado por esta especie de ser dorado que nos inunda con su presencia, liberando el descontento y la rabia que acopiamos en nuestras vejigas por años, contenidas por falsas realidades maquilladas de exitismo bananero.
O, tal vez, es el relajo de poder expulsar toda esa represión almacenada, por no poder ser quienes somos realmente y aparentar para ser validados.
Un Godzilla en su versión antofagastina, emerge de la culpa colectiva de un país tras el desastre; es una hipérbole representando el temor a la calamidad, pero esta vez en forma de quiltro amarillento, ¿a qué viene?… Siempre buscamos construir símbolos en pos de una identidad (artificial) que nos salve, y los perros últimamente se han vuelto un símil popular y representativo.
Las lecturas pueden ser variadas pero lo que es indiscutible, es que la obra de este joven artista nos invita reflexionar sobre lo que somos, en un presente complejo con un futuro incierto.
Del lat. vulg. meiāre, lat. meiĕre. Verbo Intransitivo. Coloquial: Orinar.
Álvaro Hanshing Mena
Diseñador, artista callejero y gestor antofagastino. Desde su etapa escolar sintió inquietud por el lenguaje visual que ofrece la calle, que lo impulsó a aventurarse en este interesante mundo convencido que los mejores soportes para la expresión artística pueden ser las paredes.
Ha sabido mezclar su carrera e inquietudes artísticas. Con su grupo AKANA, activa instancias que cruzan el arte callejero con el patrimonio natural de la región, generando murales educativos dentro de recintos escolares de la ciudad. En su labor como diseñador y coordinador en el museo Ruinas de Huanchaca, ha gestionado diferentes iniciativas expositivas en el espacio Muro sur, incluyendo su propio trabajo, Deperromuerto (2019).
Desde siempre ha trabajado con la imagen del perro como ícono de sus obras, un personaje que se convertiría, al igual que una mascota fiel, en una excusa para salir a pintar.
Al mismo tiempo, el singular personaje según el artista, es autorretrato y radiografía social: ”Ya que todos estamos determinados por asociaciones inconscientes y reflejos condicionados”.
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