¿Cómo fueron tus inicios como artista?

Fueron en el área del folclore. A los 15 años ya pertenecía a un grupo donde tocaba guitarra y en poco tiempo me convertí en director musical del mismo. Recorrimos todo el país y representamos a Chile en tres encuentros internacionales de folclore latinoamericano, en Paraguay Argentina y Perú. Más tarde,  cuando llegué a Puerto Montt a estudiar Pedagogía en Artes supe de Balmaceda Arte Joven,  donde impartían clases, pero  nunca imaginé que terminaría como profesor y tallerista de un grupo de percusión experimental.

¿Cuáles han sido los hitos más importantes de tu carrera artística y qué marcaron tu decisión de dedicarte 100% la música?

Desde que estaba en la enseñanza media que quince ser músico. En ese entonces era muy apasionado, y ya componía para mi grupo de rock.  Saliendo de cuarto medio sabía que quería estudiar música. El 2009 fui a un casting de canal 13 donde buscaban talentos y quedé, aparecí tocando un Cover de rata blanca «mujer amante» con mi flauta traversa. Después de esa aparición en TV se abrieron muchas puertas y oportunidades, las aproveche al máximo para grabar mis propias canciones y publicar discos. Otro echo que marcó mi carrera es haber firmado con Chilevisión,  para que mi música suene en distintos programas de tv. También obtuve los tres premios doble vía de Radio Sago,  que premia a los artistas locales e independientes del sur.

¿Qué importancia consideras que tiene lugares como  Balmaceda Arte Joven para el desarrollo artístico y cultural de los jóvenes de la región?

Siento que Balmaceda es un espacio de luz e inspiración para los artistas jóvenes, es donde las ideas nacen y se llevan a cabo. Existe un compromiso esencial, humano, de parte de todos las y los profesores y talleristas. Para un joven artista es su segunda casa.

¿Qué destacarías de tu pasó por BAJ?

Particularmente una anécdota. Recuerdo haber llegado un día normal a Balmaceda y estaba el mismísimo «Roberto Bravo» inaugurando el piano de cola que recién había llegado, quedé helado,  fue muy loco saludarlo y escucharlo tocar. Una experiencia maravillosa. Para mí BAJ es un lugar de encuentro, como una familia de hermanos que buscan lo mismo, por eso también quise lanzar mi video clip «te vi pasar» en este espacio.

Has recorrido diversos escenarios en el país y la región sintiendo el cariño y respeto del público por tu trabajo, ¿Cómo te vez en 10 años más?

Espero estar vivo para seguir cantándole a la vida. Hasta ahora he grabado 4 discos y espero seguir publicando canciones, quizás en una búsqueda diferente con nuevos sonidos o quizás más acústico como la música antigua.

Cumbia e’ tu madre, ¿Qué es para ti?

Con los CTM somos una familia musical todos ex compañeros de la universidad. Quizás por eso esa hermandad tan visible, muchas risas e inspiración, es vital. Es aquí, en esta banda, donde me he desarrollado como compositor e instrumentista. Nuestra meta es tocar todos los tipos de cumbia que existen en Latinoamérica y representar nuestro sur a través de nuestras canciones,  entre ellas «Angelmó», «La Candelaria» y «La Luna de Maullín”.