Mª José Fernández – Magdalena Quijano – Mª Ignacia Valdebenito
Las artistas de esta exposición, se agrupan desde la curatoría Tres Ojos en la observación de la temática de la oscuridad, lo no evidente y lo nocturno, como lugares de exploración visual.
Como ellas mismas titulan su muestra, las “luces menores” son las que nos darán la posibilidad de asomarnos a sus distintas metodologías y a sus materialidades, que en estas propuestas constituyen un problema importante a tratar.
El dibujo con grafito o carboncillo es elegido por María José Fernández, como operación básica para contrastar luces y sombras, al registrar la aparente paradoja de un paisaje natural nocturno. Este se encuentra situado en un margen precordillerano, amenazado por su posible desaparición, dada su cercanía a zonas urbanizadas.
«Para esta exposición presento mi proyecto titulado Visión Nocturna, que consiste en una selección de dibujos realizados con carboncillos sobre papel. Su conjunto da cuenta de exploraciones monocromas que valoran diferentes contrastes lumínicos, producto de una serie de visitas nocturnas a un cerro anónimo junto al Provincia y al costado del cerro San Ramón, actualmente en estado de explotación urbana», destaca María José.
Respecto de la metodología de trabajo utilizada, este proyecto consta de tres partes, la primera es la recolección de material al momento de estar en un estado de vigilia y toma de apuntes, fotografías, videos y croquis. La segunda parte tiene que ver con la revisión del material en el taller y para realizar diferentes ejercicios que reactiven la memoria del artista en el lugar y, como última instancia, la edición de las fotografías y redibujo de los apuntes, para concluir con una obra final a través del carboncillo sobre el papel. «Este proyecto tiene como idea base plasmar un registro del lugar, que poco a poco ha sido intervenido a lo largo de los años, y preguntándome así, ¿Cómo puedo plasmar mi experiencia sensible en torno al espacio natural en destrucción, tanto geográficamente como social?», enfatiza la artista.
Por su parte Magdalena Quijano en su serie Sol Negro revisa la vinculación texto e imagen, situándola en las impresiones presentes en el papel moneda y cómo el simbolismo de su gráfica deja entrever mensajes de poder. La artista relativiza la posibilidad de leerlos, según el ángulo de observación del espectador.
Sobre su obra Magdalena destaca, «Sol Negro consiste en una serie abierta de dibujos realizados con grafito sobre una superficie cubierta con grafito, que se centra en las posibilidades y limitaciones de la visión por efecto del violento contraste entre la luz y la sombra. Los dibujos que presento, se componen de tres textos extraídos de billetes y monedas chilenas correspondiente al período de la independencia. Estos textos a través de las ideas de ley, fuerza y el valor que encarna el objeto en el que circulan, introducen los principios que dan forma e identidad a un ideario nacional. Los textos, van dando forma al dibujo a través de su repetición. De este modo, busco pensar la repetición y sentido del texto, en relación al juego de luces y sombras del grafito que hace imposible ver la imagen total».
La artista María Ignacia Valdebenito proyectó para esta muestra la videoinstalación Barricada Interna, que trae al cotidiano la experiencia del estallido social. A través principalmente del uso de la luz cálida, realiza un desplazamiento metafórico de las demandas sociales al centro de la vida familiar.
A partir de la revuelta del 18 de octubre del 2019 en Chile comenzó una especie de encierro doméstico nocturno. A diario en diferentes partes del país se realizaban concentraciones y barricadas. En Hong Kong utilizaron ladrillos de cemento para impedir el paso de los mecanismos de opresión. En diferentes ciudades de Chile sucedió de igual manera.
En este contexto la artista relata, «tomé estos acontecimientos y realicé 10 ladrillos de cemento y a cada uno le incrusté un circuito electrónico analógico que constaba de 9 luces led anaranjadas, las cuales se asimilaban al color del fuego de las barricadas. Estos ladrillos eran alimentados por medio de baterías y se conectaban entre sí. Procedí a instalarlos en diferentes partes de mi casa, interrumpiendo y/o complementando la vida cotidiana de mi familia, como el recuerdo vivo de lo que ocurría afuera. Registré esta acción en fotografías y videos, con estos últimos realicé una pieza audiovisual».
