Este proyecto, financiado por el Fondo Nacional de desarrollo Cultural y Las Artes, es de autoría del fotógrafo, audiovisualista y artista visual Joaquín Rodríguez Joui. A través de la interacción entre cuerpo, retrato y paisaje, el autor explora los límites difusos de las zonas de sacrificio y la experiencia humana en territorios en proceso de devastación ecológica.
La exposición, compuesta por fotografías enmarcadas y una instalación, fue curada por el artista Juvenal Barría. Las imágenes, que abordan diversos conflictos socioambientales que aquejan a la zona central del país, será inaugurada el jueves 6 de junio a las 18 horas en la sede de Balmaceda Arte Joven Valparaíso.
¿Hay alguna técnica fotográfica o herramienta que consideras crucial para este proyecto?
Para este proyecto utilicé película fotográfica porque es el medio que vengo utilizando hace años. Me siento cómodo trabajando con fotografía química aun cuando el proceso es mixto, es decir, a partir de la película se genera un archivo digital que puede seguir siendo trabajado. En este proyecto me pareció que dialogaba bien la estética que genera lo analógico, sobre todo utilizar una cámara con una óptica antigua, que entrega ciertas distorsiones visuales que alejan un poco la imagen del plano de lo real, que es lo que estaba buscando, algo documental pero con una puesta en escena ficcionada. Finalmente, como es un trabajo en el que el paisaje es importante decidí trabajar con película de formato medio para aprovechar la nitidez y el detalle, sobre todo para poder hacer impresiones más grandes.
¿Cuáles fueron las principales motivaciones para inspirarte y llevar a cabo este trabajo?
Durante varios años mi trabajo estuvo relacionado a la agricultura y me tocaba viajar por toda la región visitando campos. En esos viajes observaba los paisajes e iba pensando en las circunstancias que llevan a la naturaleza de un estado, en que funciona más o menos en armonía con la vida humana, a otro donde no parecía haber ningún equilibrio. Es algo que me da curiosidad, encuentro bellos algunos paisajes que aparentemente representan la destrucción o representan algo que en forma evidente no está en armonía con lo que culturalmente entendemos que embellece el paisaje, como montañas nevadas, bosques y escenas naturales. La relación con el cine y los paisajes distópicos también es algo que me inspira.
¿Cómo describirías tu experiencia al explorar la interacción entre el cuerpo, el retrato y el paisaje desde la fotografía?
Desafiante. Retrato y paisaje son formas fotográficas que me han llamado la atención desde que empecé a tomar fotos, entonces se me hace cómodo trabajarlos en combinación, es decir encontrando un equilibrio entre la relevancia que tiene uno y el otro dentro de la imagen. La cosa se complejiza un poco cuando decido retratar los cuerpos desnudos o semidesnudos dentro del paisaje porque es más desafiante encontrar espacios de comodidad tanto para los que son retratados como para mí. Y la comodidad es de las cosas más fundamentales para mí al momento de trabajar el retrato íntimo en este caso.
Inauguración: jueves 6 de junio, 18.00 hrs.
Muestra abierta hasta el 5 de julio.
Entrada Liberada.