Rosa Jelves | Paula Boche | Tamara Müller
Taina Villalobos | Agustina Battaglia
La cuarta muestra de los laboratorios de artes visuales de BAJRM 2023, se compone de diversas materialidades, abordando conceptos como el tiempo, lo orgánico y el devenir cotidiano.
La exposición estará abierta hasta el 9 de noviembre, de lunes a viernes de 17.00 a 20.00 horas, en la Galería de BAJ RM, (Av. Balmaceda #1215, segundo piso), metro Cal y Canto.
“En todos nuestros descuidados enredos con otras formas de vida más-que-humana, nosotros humanos también somos monstruos”.
Anna Tsing
Arts of living on a damaged planet / Anna Tsing, Heather Swanson, Elaine Gan, Nils Bubandt / University of Minnesota Press. 2017.
Muchas veces buscamos en el arte la permanencia y que nuestros esfuerzos puedan resistir al paso del tiempo, sin embargo el cambio es la forma más constante que podemos reconocer. Las artistas en esta exposición han tenido la habilidad de proteger esta incertidumbre y de seguir un camino guiadas por preguntas.
El arte es un proceso metabólico y una oportunidad de reorientar nuestra mirada. Esta exposición se conforma como un ecosistema de relaciones simbióticas que se vuelven un espejo del mundo, donde la noción de individuo autónomo que ha sido impuesta por siglos se diluye y es reemplazada por la de reconocerse comunidad, reconocerse ecosistema. Nuestros cuerpos contienen más células bacterianas que humanas por lo que cualquier separación o falsa dicotomía que busca abstraernos de nuestro entorno es ilusoria. Somos cuerpos hechos de otros cuerpos en absoluta permeabilidad.
A través de estas obras podemos sentir el olor a la tierra y la humedad de los musgos en la selva peruana; podemos observar cómo una máquina es capaz de replicar sutilezas en los ciclos hidrológicos presentes en un bosque; podemos ver las redes de tejidos que están al mismo tiempo armándose y desarmándose formando un umbral blando; podemos ver cómo nuevas configuraciones botánicas se balancean frágilmente buscando sobrevivir en una selva de concreto; y ver partes de cuerpos que parecen animales pero también máquinas industriales. Esta exposición es un recordatorio de lo enredadas que estamos con todas las formas de vida en el planeta.
Rodrigo Arteaga
«Aislamiento»
Paula Boche Montecinos | Instalación | Dimensiones variables | 2023
La obra surge a partir de una exploración acerca del cotidiano, de una discusión personal sobre el significado del hogar, y cuáles son los elementos que lo componen. En algún momento asumí que éste era un conjunto de habitaciones, personas, objetos y olores, pero luego de experimentar distintos tipos de pérdida, la respuesta no resulta tan clara. Bajo la premisa de utilizar el espacio del Laboratorio de Galería BAJ Metropolitana como tal, experimentando con distintos materiales y lenguajes, realicé la obra presentada a continuación.
«Aislamiento» es la deconstrucción simbólica de un muro o tabique —punto de partida de cualquier edificación—, planteando la interrogante de cómo se construye (o levanta) un hogar a partir de las formas de habitarlo, y el cuestionamiento de ciertas estructuras que utilizamos para protegernos.
Las capas hechas de distintos materiales textiles y de construcción representan una forma de pertenencia no tanto al espacio físico, sino a los elementos que lo componen. Por ejemplo, el haber vivido mi niñez entre la casa de mi abuela, donde el quehacer textil abarcaba desde lo decorativo a lo funcional; y habitar la ferretería de mi papá, que veía como un expendedor infinito de tuercas y golillas. La obra explora la idea de que el hogar puede encontrarse en materialidades, técnicas y objetos, no así en las cuatro paredes de la vivienda. La deconstrucción del muro simboliza el proceso de la no-pertenencia a ningún espacio concreto, pero sí a un contexto temporal particular.
«Tapiz Briófito»
Taina Villalobos Fischer | Instalación | Dimensiones variables | 2023
Desde las ruinas de un jardín botánico abandonado, es que se configura esta instalación que trae la selva a la ciudad, nos lleva a un microcosmos posible, en donde cohabitan diferentes especies enlazadas por la humedad mantenida en el tiempo. Superficie cubierta del verdor acumulado por los años, un testimonio vivo de la naturaleza que una vez se asentó en este espacio olvidado. A través de esta instalación, el pasado y el presente se fusionan, creando una experiencia visual y sensorial que nos conecta con la vitalidad y la belleza de la vida incluso en los lugares más inesperados.
Oda al dolor de espalda
Rosa Jelves Olivares | Instalación | Dimensiones variables | 2023
La obra surge de una profunda exploración conceptual de la noción de eternidad, llevándome a contemplar el movimiento como uno de los elementos más perdurables del universo. Sin embargo, mi enfoque no se centra en el movimiento en términos físicos, sino en la posibilidad misma de que algo ocurra. En mi búsqueda por conectar este amplio concepto con una realidad palpable y cercana, opté por adoptar la idea de la columna vertebral, ya que esta estructura anatómica desempeñó un papel fundamental en nuestra evolución al permitirnos caminar erguidos y experimentar el mundo de una manera más compleja, que con el paso del tiempo, nos llevó a lo que somos y conocemos hoy en día. Mi obra se presenta como una serie de objetos inspirados en ella, cada uno de ellos manifestando la esencia corporal desde diversas perspectivas y a través de variadas materialidades. Estos elementos se instalan en un espacio específico, buscando adueñarse de él y, al hacerlo, generan una simbiosis entre el entorno y la obra.
Las columnas vertebrales, siendo una parte central del funcionamiento de nuestro organismo, representan tanto la fortaleza como la fragilidad del cuerpo humano. A través de su representación en diversos materiales, desde madera hasta metal y textiles, la obra captura la diversidad de las experiencias humanas y cómo el cuerpo, a pesar de su resistencia, puede verse afectado por el paso del tiempo y el dolor físico. Estos materiales también simbolizan la intersección entre lo natural y lo artificial, evocando la influencia de la ciencia ficción como un referente visual que nos habla también de la posibilidad de la eternidad a través de avances tecnológicos.
«Notho tiempo, Rio Rama»
“dejó de llover, pero no sé si será así cuando entremos al bosque”
Tamara Müller Vega | Instalación de ramas de árboles nativos, 100 litros de agua, contenedores acrílicos, bomba | Dimensiones variables | 2023
Nothofagus, es como se le llama a un género de árboles originarios del sur del continente, ya que en el contexto de la conquista colonial, al identificarlos similares a los bosques de hayas del hemisferio norte (fagus), consideraron apropiado llamarlos ”falsas hayas” (nothofagus). (Endémico 2022).
El bosque es un ecosistema donde hay infinidad de tipos de relaciones, y donde el agua cumple un rol protagonista. Los bosques nativos del sur, que albergan especies como coigüe, raulí, pellin y arrayán, son una gran reserva de agua, pues se encuentra en el suelo, recorre las ramas y raíces de las diferentes especies vegetales y los cuerpos de los animales. Los ecosistemas arbolados permiten la conservación hídrica, convirtiéndose en «guardianes del agua».
Los tiempos agitados que vivimos, no nos permiten habitar tiempos más allá de segundos, minutos y horas, olvidando así aquellos ritmos ancestrales del planeta, como las estaciones del año, el día y la noche, el caer de las gotas de agua, el soplar del viento.
«Yuyos»
Agustina Battaglia | Piezas de cebadilla silvestre, avena barbata y bio cerámica sobre bloques de hormigón | Dimensiones variables | 2023
Basta con ajustar sutilmente la mirada para encontrarlas y comenzar a reconocerlas. Identificar a aquellas que crecen donde se puede, develando espacios oportunamente “descuidados” en los que cebadillas silvestres y avenas barbatas eligen proliferar. Cada pieza presentada encarna una identidad híbrida, pues se conforma a través de la combinación y ensamblaje de fragmentos vegetales que culturalmente reconocemos como malezas. Es decir, la morfología inicial de estas plantas se reestructura con el sentido de proponer nuevos taxones vegetales, sugiriendo así problemáticas relativas a la biodiversidad y procesos hibridaje presentes en la naturaleza.
Asimismo, el concepto de yuyo* le otorga un significado simbólico a la obra, ya que remite a las dialécticas que este tipo de plantas representan. Por una parte la esperanza y frustración, relacionada a la posibilidad de propiciar espacios de riqueza y biodiversidad, pero muchas veces frustrada ante las condiciones cambiantes del medio por la acción humana. Por otra parte, la particularidad estética y bella que poseen estas especies, como también el carácter impetuoso y en resistencia que asimila su morfología.
Mediante el gesto de hibridaje asistido, Yuyos evoca una reflexión en torno a la noción de que la identidad es relativa y circunstancial, modelada por diversos factores que permiten su construcción, expresión y evolución.
*Yuyo quiere decir maleza en quechua.
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